En el momento en que quitamos el vendaje de Ringo, todo cambió !

Este es, sin duda, uno de los casos más impactantes y desgarradores que hemos enfrentado recientemente. Ringo es increíblemente dulce, cariñoso y valiente, aunque ahora mismo le cuesta mucho confiar en los humanos. A veces tenemos que ponerle un bozal, no porque sea agresivo, sino porque está aterrorizado y sufriendo un dolor inmenso. En el fondo sé que solo quiere sentirse seguro y querido.

Cada día implica múltiples sedaciones, cambios de vendajes muy dolorosos, y ahora también grapas para evitar que sus heridas se vuelvan a abrir. Imagina cómo te sientes cuando tienes un simple corte pequeño en el brazo o la pierna; ahora multiplica ese dolor por mil. Ringo ha perdido una gran parte de su piel de una forma traumática y violenta. Las imágenes son imposibles de describir con palabras, su sufrimiento es profundo y nos rompe el corazón.