Ni siquiera nuestro veterinario podía creer lo que veía...

Las primeras imágenes desde la clínica son profundamente impactantes. A lo largo de los años, hemos enfrentado muchos casos difíciles, pero la gravedad del caso de Ringo es algo a lo que nunca podremos acostumbrarnos. Incluso Isidor, con toda su experiencia y determinación, quedó profundamente impresionado.

El dolor de Ringo es tan intenso que necesitamos sedarlo completamente con Propofol para realizar las curas iniciales y los exámenes imprescindibles. Sin sedación, el tratamiento sería imposible. Su sufrimiento es demasiado profundo.